Escrito por: Nelson Rodríguez
Físico Cuántico y Filósofo Empírico.
Fundador de IPSICUTRA
Deseo compartir algunas reflexiones sobre el papel que deben jugar las Universidades del país en el siglo XXI.
Pienso que la misión y la responsabilidad de las universidades, como de otras instancias del saber es crucialmente importante, en el nuevo siglo que hace más de una década comenzaron.
Ahora me gustaría que analicemos juntos el papel y la misión que deberá cumplir la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la cual tengo el máximo orgullo de pertenecer como estudiante de física.
Nuestra UASD tiene ahora el gran desafío, ya que la oscuridad que envuelve esta época caótica es muy profunda.
Todo el tiempo, tanto profesores como estudiantes debemos preguntarnos si estamos concretizando nuestra misión fundamental en esta universidad, lo cual debe ser nuestro verdadero propósito.
Si lo olvidamos y en cambio alardeamos de las maestrías, que hemos hecho, y de los títulos de doctorados que tenemos, de todo lo que sabemos, de nuestro acceso a la información o de nuestros amplios conocimientos, lo que sucederá es una distorsión de nuestro espíritu esencial.
La misión de la UASD, o de cualquier establecimiento donde se imparta el pan de la enseñanza, es forjar ciudadanos para que sean buenos profesionales, funcionarios y líderes íntegros dedicados a contribuir con el bienestar del pueblo.
La educación es el arte más excelso dirigido a crear valores para fomentar una personalidad integra.
Las universidades son las instituciones con el más alto grado de responsabilidad para encauzar ampliamente dichos valores hacia la sociedad.
Los individuos cuya personalidad no ha sido refinada por una cultura autentica son capaces de cometer actos brutales, que niegan y aniquilan la condición humana.
En estos momentos difíciles que vive el país y el mundo, no hay valor tan codiciado o requerido como la brillante luz de la cultura, que resplandece solo en aquellos que han templado su sabiduría y su personalidad.
El filosofo español Ortega y Gasset dijo lo siguiente: ((Ha sido menester esperar hasta los comienzos del siglo XX para que se presenciase un espectáculo increíble: El de la peculiarisima brutalidad y la agresiva estupidez con que se comporta un hombre cuando sabe mucho de una cosa e ignora la raíz de todas las demás)).
Comparto su pensamiento en un ciento por ciento.
Para construir la universidad ideal, y a la vez un mejor país, hay algo que tanto los profesores como nosotros los estudiantes, debemos comprender; y es que si los profesores no mejoran, no habrá mejoría en los estudiantes, y si los estudiantes no mejoramos el futuro del país no contara con funcionarios y lideres capaces.
Los profesores de la UASD, como de otras universidades no deben ocupar un lugar de poder sobre los estudiantes; por el contrario, alumnos y docentes debemos unirnos para construir la universidad ideal.
Así es como pienso que debe ser la actividad educativa.
El propósito del docente debe ser, el de cultivar la personalidad y la sabiduría en sus alumnos y ayudarlos para que puedan adquirir la capacidad y actitudes necesarias para su felicidad.
Este es el verdadero propósito de los conocimientos, que en tanto educador debe poseer un maestro, pero si ese maestro no posee al mismo tiempo la sabiduría necesaria para lograr dichos fines no podrá llamarse ((educador)) en el verdadero sentido de la palabra.
Las Universidades que crecen son aquellas cuyos docentes ponen en práctica el respecto y el calido aliento a los estudiantes.
La Revolución en el campo educativo comienza con una revolución en los educadores.
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